Estos son los alimentos que más alergias provocan: leche, huevos, pescados... #favoryto

Según datos publicados en la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, entre un 1-3 % de los adultos y 4-6 % de los niños sufre algún tipo de alergia alimentaria, una reacción exagerada del sistema inmune al ingerir, tocar u oler determinados alimentos. Aunque depende de cada alergia o persona, los síntomas más frecuentes de las alergias a alimentos son cutáneos (urticaria, enrojecimiento, hinchazón de labios y párpados, dermatitis…), digestivos (vómitos, dolor cólico, diarrea, picor de boca y garganta…) o respiratorios (rinitis, asma…). En caso de alergias graves se puede producir incluso un el shock anafiláctico.

Aunque cualquier alimento que contenga proteínas puede ser potencialmente alérgico, se calcula que existen unos 170 alimentos potencialmente alérgicos. De ellos, solo un pequeño grupo de ellos son los responsables de un 90% de las alergias, como el huevo, le leche, los frutos secos o el marisco. Veamos cuáles son los alimentos que más suelen ‘volver loco’ a nuestro sistema inmune.

Huevo

El huevo es la causa más frecuente de alergia alimentaria en niños y suele aparecer antes de los dos años. Se estima que afecta a entre el 0,5 y el 2% de ellos. Son varias las proteínas del huevo que pueden causar alergia, pero principalmente son la ovoalbúmina y el ovomucoide, presentes en la clara. El huevo crudo produce más alergias que el cocinado, aunque las personas con esta alergia deberán evitarlo en todas sus formas y poner especial atención a los ultraprocesados que pueden contenerlo, como sopas, rebozados, bollería o mayonesas. Los síntomas más comunes de la alergia al huevo son reacciones cutáneas, síntomas gastrointestinales agudos y respiratorios.

Leche

Otra alergia muy frecuente, que se diagnostica desde los primeros meses de vida, es la alergia a la leche vaca, que llega a afectar a un 2% de los niños. El 80% de ellas están causadas por la caseína, seguida de otras proteínas como la lactoglobulina, la lactoalbúmina y el suero. Los síntomas más comunes son cutáneos, pero también digestivos, como vómitos y diarrea o respiratorios. Esta alergia no de confundirse con la intolerancia a la lactosa, cuyos síntomas son estomacales y fruto de la incapacidad de absorber total o parcialmente este azúcar. Además de en los lácteos (leche, quesos, mantequilla, yogur, helado…) las personas con alergia a la leche debe buscar en las etiquetas las proteínas anteriores en productos como la bollería, los embutidos e incluso en algunos cosméticos.

Pescados

Es tercera causa de alergia alimentaria en niños después de la leche y el huevo. Suele aparecer antes de los dos años y persistir hasta la edad adulta. Los pescados que más alergias suelen producir son el gallo, la merluza, la sardina y el bacalao; y los mejor tolerados el emperador, el cazón y el atún. El alergeno principal del pescado es una proteína llamada parvalbúmina que se encuentra en las células musculares, también el anisakis, un parásito presente en muchos pescados. Los síntomas más comunes la aparición de picor de boca o faringe, urticaria alrededor de la boca y erupciones cutáneas, vómitos o diarrea o síntomas respiratorios.

Legumbres

Las legumbres son ricas en proteínas, de ahí que también sean alimentos muy alérgenos. Los que provocan más son el cacahuete, aunque algunos lo califican dentro de los frutos secos porque sus proteínas son más parecidas a las de los frutos secos. También producen muchas alergias la soja, la lenteja, el guisante el altramuz. Las judías son las que menos. En España, la alergia a las legumbres ocupa el quinto puesto de la alergia alimentaria en la infancia y el séptimo en los adultos. Las más comunes son a las lentejas y a los cacahuetes, y los síntomas son similares a los de otras alergias: urticaria, angioedema, rinitis, crisis asmáticas, anafilaxia… Además de en las legumbres tal cual, hay alimentemos envasados que pueden contener trazas -como del cacahuete- y harinas que utilizan algunas de estas legumbre -como la conocida lecitina de soja o goma arábiga- para espesar o estabilizar.

Frutos secos

Nueces, avellanas, anacardos, pipas, almendras, pistachos… la alergia a los frutos secos con otro clásico que afecta sobre todo a los niños, y a un 1% de la población total. Algunos frutos secos tienen alergenos propios y otros compartidos con especies de la misma familia o de familias diferentes como profilinas o tropomiosinas. La reacción a los frutos secos suele ser rápida y provocar síntomas como produce nauseas, dolor de cabeza e inflamación de labios y lengua, a veces sol con el contacto mínimo con la piel. Las personas alérgicas deberán evitar cualquier fruto seco y alimentos que puedan contener trazas como bollería, panes, helados o alimentos enriquecidos con Omega 6.

Marisco

La mayoría de los alérgicos a mariscos son atópicos y el 80% suele estar sensibilizados a ácaros, pues comparten proteínas con ellos. También es más frecuente en adultos y las reacciones son más graves que los de las alergias a otros alimentos, y son frecuentes la urticaria y los angioedemas agudos, así como rinoconjuntivitis y asma. El desencadenante más común es la proteína tropomiosina. Además de mariscos, se deberán evitar caldos concentrados de pescado, harinas, surimi, palitos de cangrejo, alimentos enriquecidos o suplementos de omega 3.

Frutas y verduras

Algunas frutas y verduras sí son uy alérgicas, como el kiwi, el plátano, el melocotón o el melón. Los síntomas más frecuentes son los orofaríngeos, como picor en la boca y/o en su interior tras la ingesta, ronquera, edema en los labios, en la lengua o en la úvula. Existe una asociación entre estas alergias y las alergias a inhalantes a los pólenes, y el conocido síndrome látex-frutas. Es más frecuente en adultos.

Cereales

El más común es el trigo, seguido de centeno, cebada, avena, maíz y arroz son los responsables de esta alergia según los hábitos alimenticios de la población, y los alérgenos el gluten y otras proteínas como las gluteínas y las albuminas. Los síntomas más comunes son los respiratorios y cutáneos, nos los digestivos, por eso no se debe confundir celiaquía, que es una enfermedad intestinal por mala absorción, y no una alergia, aunque la dieta para tratarlas sea la misma.

La forma más efectiva de controlar los síntomas es no consumir los alimentos que causan estas alergias. Para ello, es importante que los pacientes o sus padres -en caso de menores- revisen bien muy bien las etiquetas de todos los alimentos envasados que consuman. Otras precauciones son: cocinar primero la comida de las personas alérgicas y tener siempre cerca la medicación para usarla su fuera necesario.

Refrencias

- 'Alergias e Intolerancias alimentarias'. AESAN.

- AEPNAA. Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex.