José Razzano,
Carlos Gardel y el Tango. Tres nombres y una relación aritmética. Razzano es a
Gardel como Gardel es al Tango. Ese será el resultado de la operación histórica
que esta entrega se propone.
¿Cuántas
anécdota, historias, a parte de las ciertas, se han escrito acerca de Carlos
Gardel en los últimos 75 años? Claro que muchísimas. Es parte de la realidad y
el mito de Carlos Gardel: envuelto de circunstancias de misterio, de
conjeturas, de que lo dijo fulano o zutano, de que lo supuso perencejo, de que
es argentino, de que es falsa su fecha de nacimiento, de que es uruguayo, que
su madre no es Marie Berthe Gardes Camarés, que no murió en el accidente de
Medellín, que era homosexual, que tuvo un hijo, que estuvo preso, que su
testamento es falso, que le dieron un tiro en el avión, que casó con Isabel del
Valle,
en fin, el imaginario popular se sale de madre para testificar lo que sea,
lo que se le ocurra, porque, sencillamente, todo acerca de Carlos Gardel se
vende de inmediato, sin importar lamentablemente que se maltrate el
recuerdo del Morocho del Abasto.
Es cierto que
existen contradicciones entre el discurso de Gardel y su vida real. El hombre y
el artista se desmienten el uno al otro, pero al cumplirse 75 años de la
desaparición física del cantor, es posible tener una visión más clara de su
recorrido por el camino de la vida.
Aunque se han
hecho cientos de investigaciones para indagar las causas del fatal accidente de
Medellín, queda aún el misterio de lo que en realidad pasó aquella tarde
amargamente inolvidable, el 24 de junio de 1935.
El espacio
disponible no es suficiente para conocer exactamente a Carlitos, hacerle justicia
a su vida, a su arte, a su recuerdo
pensando esencialmente en todo lo
maravilloso/hermoso que dejó para la posteridad
tantas canciones, una voz excepcional,
sus películas, su estilo de vida y una forma de
cantar que 75 años después no han sido superadas.
Marie Berthe
Gardes Camarés era una joven de origen humilde, estatura baja, algo pasada de
libras, lento caminar y voz apacible. Amaba las plantas y las aves. Nació el 17
de junio de 1865 en la tranquila Villa de Toulouse, en los Pirineos franceses,
departamento de la Haute-Garonne, Francia. Hija de Jean Gardes y Hélene
Cinegonde Camarés.
Berthe Gardes
tenía veinticinco años cuando se relacionó sentimentalmente con un compueblano
de nombre Paul Lasserre, quien murió de hepatitis el 20 de diciembre de 1921.
La joven desafió a los padres, que se oponían al noviazgo y las relaciones se
complicaron cuando Berthe quedo encinta. Y Paul la abandonó.
La joven Berthe
rechazada por los puritanos moradores del Toulouse de entonces, incluyendo su
propia familia, se vio obligada a enclaustrarse, pero decidida, eso sí, a traer
al mundo al fruto de su amor.
En las últimas
horas del 10 de diciembre de 1890, Berthe, ya con dolores de parto, fue llevada
de su domicilio en el número 4 de la calle Cano dArcole, al número 78 de la calle Reclusane, a un centro médico: El hospital Saint Joseph de la Grave. Y a las dos de la madrugada del
11 de diciembre de 1890, domingo, daba a luz a una hermosa criatura que fue
traída al mundo por la partera Jenny Bazin.
La madre, de
inmediato, puso nombre al niño: Charles Romuald Gardes. Días después de su nacimiento
Charles Romuald Gardes fue inscrito en la página 314 del libro, asiento 2481
del Registro Civil de Toulouse. En la copia de la declaración de nacimiento el
nombre figura como Charlee y no Charles. Su padre Paul no lo reconoció por lo
que en el certificado de nacimiento se lee:
República Francesa. En nombre del pueblo francés. El onceavo día del mes de
diciembre del año mil ochocientos noventa a las dos horas de la tarde.
Nacimiento de Charles Romuald Gardes nacido hoy a las dos horas de la mañana en
el hospital de la Grave, hijo de padre desconocido y de Berthe Gardes,
planchadora, nacida en Toulouse y domiciliada en la calle Canon DArcole 4 según la declaración hecha a nosotros por Jenny Bazin, partera de dicho hospital, el niño ha sido reconocido como de sexo masculino, lo
que resulta del certificado del Doctor en Medicina de dicho hospital a sus
delegados domiciliados en Toulouse, Jean Mandret, de sesenta años de edad, y
Dominique Dulón, de veintitrés años de edad, empleada de dicho hospital y sin
parentesco entre ambos, que firman con la citada Bazin, partera.
Doña Berthe
asumió así totalmente a su hijo, sin embargo quedaba asentado en el acta de
reconocimiento (22 de diciembre de 1890) el estigma que madre e hijo guardarían
como un gran secreto durante más de cuarenta años:
hijo de padre desconocido.
Berthe Gardes
desafío todas las críticas y se dispuso a criar a su hijo. Cuando éste tenía 2
años y 2 meses, el 12 de febrero de 1893, embarcó en el vapor Dom Pedro en el
puerto de Burdeos. Con veintisiete años, Berthe emprendió la travesía hacia la
desconocida Buenos Aires, Argentina en compañía de su hijo Charles Romuald
Gardes y allí comenzaron a desarrollarse los primeros tiempos de un despierto
niño.
Los biógrafos de
Carlos Gardel han sido discretos al referirse a la madre del que sería astro
mimado de todos los públicos. Ella siempre calló, aún ante sus íntimos amigos.
Y, al parecer, quienes se interesan por Gardel prefieren recordarla como una mujer que luchó por educar a su único hijo.
El 10 de marzo de
1893, después de casi un mes de travesía, Berthe y Charles llegaron a Buenos
Aires. Una nueva etapa en el camino de sus vidas ahora en la Argentina, estaba
por comenzar. El pequeño Charles Romuald tenía dos años y tres meses. Al
descender del barco, los esperaban Anais Beaux y su esposo Fortunato Muñiz.
Berthe Gardes se
instaló en una habitación en la calle Uruguay 162, entre Piedad rebautizada
Bartolomé Mitre desde 1901 y Cangallo Juan D. Perón en el presente – , en una especie de
pensión en la cual imperaba la bohemia, pues era
refugio de artistas de escasos medios económicos.
De los
testimonios de esta época del pequeño Charles es notorio su carácter travieso y
la temprana vocación por la música. Comenzó sus estudios de primaria en el
Colegio San Carlos del barrio Almagro. Desde muy pequeño decía doña Berthe Charles
manifestó su deseo de ser cantor.
Después de
terminar la Primera Guerra Mundial, Paul Lasserre viajó a Buenos Aires y se
afirma que propuso matrimonio a Berthe, cuando Gardel tenía veintisiete años.
La madre consultó al hijo y éste le dijo que no intervendría en el asunto, pero
le advirtió que recordará que Paul faltó cuando se le necesitaba. Berthe,
entonces, rechazó al padre de su hijo y se dedicó con más ahínco a su trabajo.
Junto a los
primeros
En Toloures,
Francia, junto a los Pirineos, donde nació un niño que siendo hombre, iría por
el mundo con el sobrenombre de cantor argentino. A la cuna de
Charles pudo acercarse un hada madrina anunciando con voz mágica que seria rey. ¿Por qué no?
Hoy se sabe que aquel recién nacido llego a rey. Fue y es El Rey del Tango en Argentina
En toda América, en Europa, en Asia
¡En todo el mundo!
En la pila
bautismal le pusieron por nombres, al que nacía con albricias, los de Charles
Romuald (Carlos Romualdo). Su padre se llamaba. Paul (Pablo). Su madre, Berthe
(Berta). Su apellido era Gardes. Cuando entró a conocer el halago del aplauso
en los barrios de Buenos Aires, aún cachorro, él cambió ese apellido por el más
sonoro de Gardel. Un acierto. ¡Tenia buen gusto el mocito! Además, Gardes en el idioma galo
deriva de guardar
¡Guardar él, que lo dio todo, generosamente: su amistad, su solidaridad, su arte, su
dinero, sus canciones, su película, su sonrisa y su
vida!
Pero en realidad:
¿Quién fue Carlos Gardel? Para alguien de esta época un cantante de
tangos
el rey del tango
un cantante tango y actor argentino, para otros un mito. Recuerde que han
pasado 75 años desde su muerte física y se han desarrollado varias generaciones. Y
a mayor distancia de aquella época a las personas más
jóvenes, se les va obscureciendo en las coordenadas espacio-tiempo lo que pasó
hace ya más de tres cuartos de siglo.
Berta Gardes
desafió todas las críticas y se dispuso a criar a su hijo de 26 meses. Ella
trabajaba de sol a sol, en el taller de lavado y planchado propiedad de los
esposos Fortunato Muñiz y Anais Beaux de Muñiz. La señora Muñiz tomó cariño a
doña Berta y a su pequeño hijo y los ayudó en cuanto pudo. Cuando Gardel, ya
famoso y rico, compró una residencia de lujo a su madre, en la Jean Jaurés 735,
llevó al matrimonio Muñiz a vivir allí, hasta la hora de su muerte. Sin duda,
una de la influencia más importante en los comienzos musicales de Carlos Gardel
fue la de Esteban Capot quien le enseñó a tocar la guitarra. A los 13 años
Carlos ya tocaba y se acompañaba, y hasta acompañaba a su madre por el 1903. Se
dice que Carlos heredó la voz de doña Berta, quien cantaba en francés con una
voz melodiosa, dulce y afinada.
El niño Gardel
era un muchacho ágil y despierto. Su madre lo inscribió en el Colegio San
Estanislao y allí fue un estudiante sobresaliente. También estuvo en el Colegio
San Carlos, donde comenzó a cantar en veladas escolares y sus notas fueron
todas excelentes. Se cuenta que en ese colegio, Gardel sostuvo un mano a mano con Ceferino
Namuncurá y el futuro Rey del Tango quedo segundo
frente al beato de la Iglesia Católica. Eso provocó que, muchos años después, al recordarse el
episodio, se dijera: Había que ser santo para
ganarle a Gardel.
Carlos Gardel,
muy joven, aprendió distintos oficios, y apenas contaba con 14 años cuando ya
trabajaba como utilero de teatro, aprendiz de joyero y tipógrafo linotipista. La
verdadera vocación del muchacho, sin
embargo, estaba en el arte: La canción y la composición. Comenzó a frecuentar lugares
bohemios musicales y diferentes cafés, especialmente en la
zona del Abasto, hasta que estableció amistad, en 1911, con
el uruguayo José Razzano. Este era el ambiente que respiraba asombrado el joven
Gardel a quien los amigos llamaban el Francesito, y que como todos los
emigrantes solían hacer diferenciaba la
forma de expresarse según el lugar donde se
encontrara: conversaba en francés con doña Berta y los amigos de la familia,
pero rápidamente aprendió el castellano, o más precisamente el porteño, para entregarse al barrio donde vivía.
La presencia de
las bandas de música, las rondallas, y los organitos aunque con influencia en
el desarrollo musical del muchacho no es evaluable desde el punto de vista de
su evolución posterior; más bien habrá que considerarla en la formación de una base auditiva, en la influencia
positiva que ejerció sobre un niño que encontraba en dichas manifestaciones un
lugar de regocijo y afinidad espiritual. La formación vocal de Carlos se
producirá más adelante, de la mano de géneros de mayor complejidad y sutileza.
En el barrio “El
Abasto”
En los primeros
años del siglo XX el barrio conocido como El Abasto se extendía alrededor del mercado homónimo. La conjunción de criollos e inmigrantes dio al barrio una
configuración muy especial y
colorida. La música fue la más clara expresión de esta función, escuchándose indistintamente canzonetas, romanzas,
vidalitas y milongas camperas comenzó a formarse un argot de la mezcla del
italiano y el español, llamado más tarde lunfardo.
El Abasto seria uno de los emplazamientos más decisivos en la génesis del tango. El barrio era además en tiempos de la infancia de Carlos, un centro
de juegos y apuesto por dinero. Carlos no vivía en la zona del Abasto pero su
concurrencia escolar lo fue acercando poco a poco al barrio. La contención familiar y escolar hicieron que Carlitos no se convirtiera
en otro niño de la calle.
Lo esencial es
que la multitud de personajes, sonidos, músicas y comidas de diversos orígenes
marcaran las costumbres y el sentido de pertenencia del joven Carlos. Más
complejo fue su mundo de adolecentes, cuando Carlitos transitó por el borde de la marginalidad.
Con relación a su
futuro artístico, es importante destacar que musicalmente en el barrio
predominaban las canzonetas, operetas, zarzuelas y trozos de ópera de origen
italiano, dado el predominio de este sector, tanto de quienes vivían en El Abasto como de muchos
emigrantes que allí se instalaban con sus mercaderías. Convivían con cantores
criollos, que entonaban milongas, estilo, rancheras, gato, gato patriótico,
cifras y décimas.
Gardel tenía
registro de barítono, con una extensión de dos octavas. Muchas veces al principio cantaba en un tono
que no le resultaba cómodo pero resolvía el problema con facilidad. A Carlos le gustaba
siempre, el camino más difícil para cantar. Su singular timbre pastoso, un
ligado perfecto de las notas musicales y la casi increíble sonoridad le daban
una proyección única. Se tomaba muy poco tiempo para respirar y evitaba las
pausas efectistas. Un crítico, una vez, escribió: Cantaba (Gardel),
como quien tira sin apuntar. Pero siempre daba en el blanco.
Carlos Gardel no
era buen guitarrista. Puede observarse, aún en sus películas, que en ocasiones
iniciaba su propio acompañamiento y luego dejaba a sus compañeros apoyando, él,
sus manos sobre la boca de la guitarra. Gardel tampoco sabía música. Silbaba
las melodías y éstas eran pasadas al pentagrama por especialistas. ¡Gardel era
todo voz!
Razzano
En una humilde
casita de Montevideo, Uruguay, en la calle Bacacay, a una cuadra de la iglesia
Matriz, nació el 25 de febrero de 1887, José Francisco Razzano, pero se crió en
Buenos Aires, en el barrio de Balvanera Sur. Pepito, como le llamaron sus íntimos, no conservó recuerdos del Montevideo colonial de sus primeros años.
Dos años tenía
José Razzano cuando su madre doña Josefina resolvió radicarse en la parroquia
de Balvanera Sur, en la calle Sorandi, entre las de Victoria y Alsina, después
de la muerte prematura de su padre Nicolás. Era el Buenos Aires de finales del
siglo XIX.
Razzano manifestó
su inclinación por el mundo artístico desde la infancia. Instalado en un
humilde conventillo de la calle Sarandí, de niño se acercó a la iglesia de Regina
Martyrium, ubicada a menos de una cuadra de la vivienda. Manejada por los
jesuitas, era un verdadero polo de atracción, para la enorme cantidad de niños huérfanos o indigentes que pululaban por la barriada.
Para Pepito el mayor atractivo
era el coro de niños que dirigía un sacerdote entrado en años, quien, con infinita paciencia, intentaba enseñarles a los pequeños el maravilloso mundo
de la música sacra.
Trabajar para la
“Vieja”
Al concluir sus
estudios primarios Carlitos el Francesito tuvo que trabajar
para ayudar a su querida vieja. Para la época ya se acompañaba primitivamente con
la guitarra y comenzó a frecuentar los cafés y restaurantes situados en los alrededores del mercado del Abasto.
A sus veinte
años, Carlos Gardel tenia conciencia de sus capacidades artísticas y con un
profundo afán que lo acompañó toda su vida de buscar la
perfección en el arte de cantar, aspiraba a lucirse
lo mejor que podía en cada presentación.
Gardel llegó a
convertirse en el ídolo del barrio, y su presencia era indispensable en la vida
bohemia musical del sector. En 1908, en el café de Los angelitos conoció a José Betinotti, payador
famoso. Y Carlos para lucirse, le cantó su canción más conocida Pobre madre querida. Cuando término de cantarla, Betinotti emocionado lo abrazó diciéndole: ¡Bravo pibe, con vos se acabaron los
payadores!. Y así fue: José Betinotti fue el último payador. Aquella
noche Betinotti lo bautizó como un zorzal. Y de aquí nació el Zorzal Criollo.
Ya por el año
1910 la fama del Morocho del Abasto, aludiendo a su tez a pesar de que era
blanco blanco, sus ojos oscuros y su
retinta cabellera, se difundía en todos los barrios de
Buenos Aires. Y es que a pesar de que no tuvo una educación profesional de la
voz, ya que careció de los recursos económicos que eso significaba, cantaba
admirablemente bien.
La intuición y
capacidad de observación artística le permitió aprender en los contactos con
cantantes liricos cuando trabajaba como utilero en el teatro Apolo, así conoció
al famoso barítono español Luis Sagi Barba, – uno de sus ídolos – , de quien tomó los puntos exactos de la voz abaritonada, en magnifica asimilación, como algunas técnicas sobre la forma de
dosificar la respiración al cantar.
Asimismo, El Zorzal aprendió de los payadores que conoció, y a los últimos, asimilando lo
mejor de cada uno de ellos. A Gabino Ezeiza le aprendió el gusto por el folklore argentino; a Arturo Nava el autor de El carretero, una
de sus favoritas la importancia de la voz bien timbrada; a Pedro Garay, la técnica para
cantar a dos voces y a José Betinotti el cantar expresando sentimientos y
matizando cada palabra. Es en esta etapa cuando decide hacer una pequeña
variación en el apellido y cambia la S de Gardes por una L, considerando que
la pronunciación Gardel mejoraba la
sonoridad del nombre.
El Oriental y El
Morocho
El cantor de
Balvanera Sur, José Razzano, tenia el apelativo El Oriental. El Morocho y El Oriental no se conocían más que por las mentas. Corría el año 1911 cuando sus
respectivos amigos, prepararon el encuentro de ambos, que se realizó en una casa del barrio del Abasto. Cantó Pepito El Oriental. Cantó El Morocho del Abasto. Aplausos, vítores y felicitaciones. Aquella noche nació una
amistad en la vida y en el arte. Sin embargo, desde el inicio de esta relación
artística y comercial hubo problemas de índole económica.
Del debut en el
Armenonville al final de 1911, cuya tarima orquestal convertiría al dúo Gardel Razzano en el
pedestal de una acrecida fama futura. Hasta 1929 se anunciaban presentaciones
del mismo. Pero…
Pero lo cierto es
que desde el mismo comienzo, había mucho Gardel y poco Razzano. Aún así, Gardel
trató de mantener la vinculación, pues el Rey del Tango, llamado también el Zorzal Criollo, puso el concepto
amistad por encima de todas las cosas. Recuerde que Gardel y Razzano se
conocieron en 1911 en la calle Vieja Guardia, en El Abasto.
En 1925, de
hecho, ya Razzano estaba físicamente impedido de cantar y alegó una infección
en la garganta. Hasta 1931, los catálogos de discos citaban al dúo Gardel Razzano, aún cuando Gardel era solista. El Morocho, pese a que sabia
que constituía el eje del dúo, siempre trato con delicadeza y cortesía a su compañero, y juntos recorrieron Argentina,
y otros países sudamericanos, cosechando lauros. También viajaron a Europa, y
Razzano siempre estuvo encargado de los asuntos económicos, hasta que Gardel
los encomendó a quien seria su confidente hasta la hora de su muerte: Armando
Defino. Esto trajo como consecuencia la ruptura entre El Morocho y El Oriental.
Aparece, entonces, como representante administrador su íntimo amigo Armando
Defino.
Síntesis de una
vida
No es sencillo
resumir la vida artística de Carlos Gardel, más si ésta está íntimamente
amarrada con su vida privada. Aquí un intento de síntesis:
Charles Romuald
Gardes (1890-1911): desde su nacimiento hasta que el Morocho del Abasto se encuentra con
José Francisco Razzano (Pepito el Oriental). Desde el ángulo musical, este periodo fue decisivo en cuanto
a las influencias que recibió en el mundillo del Abasto y la calle
Corrientes. Fueron también estos años de su infancia y adolescencia, en los que fue
moldeando su carácter y descubrió el mundo de la calle.
(1911-1915): es
la etapa que se inicia cuando Carlitos adopta su nombre artístico, debuta en su
discografía y se vincula con Razzano hasta 1916, año en que el dúo hará su
irrupción en los teatros de Buenos Aires.
Entre (1916-1920)
toma verdadero impulso en el profesionalismo con tres pasos fundacionales en la
historia artística del Zorzal Criollo: los discos de
1917, la filmación de Flor de durazno y el estreno del
primer tango-canción: Mi noche triste (1917). En la
mitad de 1920, diferentes hecho de índole personal llevan a
Gardel a buscar cambios tanto en su vida privada como artística.
En el lapso
(1920-1923): Gardel inicia la construcción de una imagen artística. Establece
su primer noviazgo oficial con Isabel Martínez del Valle, joven de su hogar que ayuda a Carlos
a dejar atrás los bajos fondos, la
prostitución y la noche. Regulariza su situación legal de inmigrante y comienza a tomar
conciencia de la importancia de la imagen, al tiempo que el dúo alcanza una
gran popularidad.
La época
(1923-25): Carlos Gardel toma el mando artístico del dúo, al mismo tiempo se
consolida como el interprete número uno del tango cantado. Viaja a España. La
etapa finaliza con el retiro de José Razzano, quien comienza a ser el
representante de Gardel.
(1926-1929): Se
afianza su carrera como solista e incrementa su número de grabaciones y hace su
debut radiofónico en su condición de solista. Logra su definitiva consolidación
en España. Triunfa en Francia, donde se afirma como un artista de primera
magnitud internacional.
(1930-1933): Como
el gran salto se denomina esta etapa. Además de su incursión fílmica en Buenos Aires a
través de los cortometrajes de sus canciones,
en estos tres años Gardel realizará sus
películas europeas, ya que consideraba que en Argentina no tenía mucho futuro
para alcanzar sus objetivos artísticos.
(1934-1935): Es Gardel en Nueva
York. Cantará en radio y filmará sus queridas y notables películas.
1935: El año fatal. Incluye una gira por algunos países de Latinoamérica: Puerto Rico, Venezuela, Curacao, Aruba, y termina con el trágico desenlace en Medellín, Colombia, cuando tenia planeado visitar Cuba y México. Aquí la carrera del
cantor/actor terminó para dar paso a la simple evocación hasta la compleja
construcción del mito que el mismo Gardel ayudó a construir en vida.
Su filmografía se
reduce a: Flor de Durazno (1917); Encuadres de Canciones (1930); Luces de
Buenos Aires (1931); Espérame (1932); La Casa es seria (1932); Melodía de
Arrabal (1932); Cuesta abajo (1934); El Tango en Broadway (1934); Cazadores de
Estrellas (1934); El Día que me Quieras (1935) y Tango Bar (1935).
Grabó desde
baladas rural, bambucos, canciones, canciones en francés, en italiano, cifras,
cuecas, chacareras, danzas, estilos, fados, fox-trot, gatos, jotas, milongas,
pasodobles, criollas, rancheras, rumbas, shimmys, tangos (520), tonadas,
valses, vidalitas y zambas.
Tuvo mucho gusto
musical como compositor y el hecho de encontrarse con un hombre de la
inspiración poética de Alfredo Lepera (brasilero). Durante cinco años
(1930-1935) trabajaron juntos, y
murieron juntos.
75 años no es
nada
Trio
Gardel-Razzano-Martino
A final de 1911
el dúo Gardel-Razzano pasó al trio Gardel-Razzano-Martino; se trataba del
compositor Francisco Martino. Por un tiempo fue el dúo Gardel-Martino. En 1912
se les une el compositor y cantante del Cuyo, Saúl Salinas y a principio de
1913 nace el cuarteto Razzano-Martino-Gardel-Salinas de corta duración.
Es en 1920,
cuando Razzano se ve obligado a una intervención quirúrgica en la garganta y
canta esporádicamente con Gardel hasta septiembre de 1925
a partir de
entonces crece el solista Carlos Gardel hasta su muerte trágica el 24 de junio
de 1935 en el aeropuerto Olaya Herrera, Medellín, Colombia
Carlos Gardel
entraba en el misterio de la vida
donde 75 años no es nada.
Es indiscutible
que Carlos Gardel es aún el Rey del Tango, o sea, de la
música, poesía y baile que con más claridad ha expresado a argentinos y
uruguayos en gran parte del siglo XX. Que tal cosa suceda con un cantante/actor
que desapareció físicamente hace 75 años, sólo es explicable por la conjunción
de varios factores:
1) Por su excelente calidad musical tanto como
intérprete y autor.
2) Por el nivel que alcanzó su figura en el
mundo a partir de la difusión masiva de sus canciones y sus películas.
3) Por la muerte prematura, 44 años, en un
extraño accidente.
4) Por la imagen que proyectó en la sociedad
global: el adolescente de barrio, buen hijo, excelente estudiante, trabajador,
su temprana afición por el canto, ascenso de la nada a primera figura, su
inclinación por las farras, las mujeres y lo criollo y el champán,
elegante, amigo verdadero y su pasión por los caballos de carrera.
Empero, la imagen
popular y los mitos que desde antes de su muerte le rodearon no han hecho
justicia a aspectos no muy conocidos de la personalidad de Gardel, tales como:
i) Por su tendencia a engordar,
adquirió una fuerte autodisciplina en el cuidado de su físico y su apariencia.
ii) Por su capacidad como compositor.
iii) Por su dedicación al trabajo y la
búsqueda permanente de calidad en su repertorio y en sus grabaciones.
iv) Por su visión para mejorar la calidad
de sus películas y formar una empresa fílmica latinoamericana.
v) Porque a pesar de su pobre formación
musical, sus cualidades naturales y su excepcional riqueza interpretativa le
llevaron a convertirse junto con Maurice Chevalier, Bing Crosby y Frank Sinatra
en uno de los más importantes intérpretes de la música popular del siglo XX.
Sin embargo, el
cantor/actor absorbió al ser humano, porque el hombre nacido en Francia y
criado en Buenos Aires, con mucho trabajo y meticulosamente construyó/edificó
al Zorzal Criollo: Carlos Gardel.
Una gran mayoría
de los biógrafos del Mudo por la película muda Flor de Durazno (1917 no rescatan concomitantemente el hombre,
el artista, el texto y el contexto social del ser humano que fue Gardel. Muchos
tienden a atribuir al cantor/actor desde el inicio de su vida las virtudes de
sus años de estrella del tango-canción. Y esto es una constante que deforma la
vida y obra del Mago Gardel Mago por la magia de su voz).
En la magnitud en
que la mitología construida a partir de su muerte trágica y las discusiones
bizantinas sobre el lugar de nacimiento desplazaron la comprensión cabal de su
notable trayectoria. Y a pesar de eso, increíblemente 75 años después de su desaparición física mantiene su
vigencia, aunque cubierto por una neblina húmeda/creciente de ignorancia acerca de su importancia en la música popular
del mundo.
Leyendas sobre
Gardel
Alrededor de
Carlos Gardel se han tejido diferentes leyendas. Una verdadera mitología
gardeliana. Generalmente, quienes han escrito o escriben sobre el Morocho del Abasto en libros,
revistas o periódicos o los habladores
radiales y televisivos insisten en los aspectos misteriosos de su vida y de su
personalidad.
Claro por evidente está que todo ser humano es, en cierta medida,
misterioso. En la medida misma en que se conoce mal y los demás también. Y
desde otro ángulo, con los alcances que las ciencias que tratan sobre el ser
humano todavía no han desarrollado. En ese sentido, Carlos Gardel era tan
misterioso como usted y como yo.
En lo que
respecta a su personalidad y a su arte, muchos de los presuntos misterios no son otra cosa
que la deliberada explotación de algunas
interrogantes que un análisis sereno permite
dilucidar – ; o producto de la maldad o la envidia,
para obscurecer su figura; o del deseo de que el cantor no sea europeo; o de la
despreocupación y la comodidad mental que afectan el estudio y el análisis
serio; o de la malentendida admiración primaria que alcanza el fanatismo.
Por ejemplo,
¿Dónde realmente nació Carlos Gardel? Que nació en el Uruguay en Tacuarembó – ; que nació en Francia Toulouse; en 1887, en 1870, en 1884; que
vivió en Montevideo durante los primeros años.
Gardel con enllaves políticos falseó su documentación para inscribirse en el
Servicio Militar de Argentina (SMA). Como tenia edad suficiente para ingresar
al ejército y corrían los días de la Primera Guerra Mundial, no podía
registrarse como francés, pues hubiese tenido que hacerlo en la milicia de su
país. Francia, por otra parte, podría considerar a Charles Gardes como un desertor, hasta los 40 años de edad, por no haberse inscrito en el servicio
militar de allí. Fue por ese motivo que
Gardel se proveyó de una documentación falsa, en la cual se indicaba que había nacido en Tacuarembó, Uruguay, el 11 de
diciembre de 1887. Con esa documentación logró obtener la inscripción del SMA y
pasaporte de ese país. Ese pasaporte le facilitaba la entrada
en Argentina sin problema alguno así como cualquier visita a
Uruguay, ya que allí sería un nacional.
Era muy
importante para el Zorzal Criollo, disponer de ese
pasaporte, para sus giras a Europa, pues así podría entrar a Francia como un ciudadano
uruguayo y no como francés, ya que entonces se le
podía perseguir por ser un desertor militar. Gardel,
de hecho, nunca fue argentino. El mismo en su testamento confirma que es francés. Argentina fue, sin duda, la patria de
adopción del Maestro.
Otra: ¿Era
homosexual Carlos Gardel? No. Era mujeriego desde joven. Y jamás se casó
porque
puedo hacer feliz a
muchas y no desdichada a una sola. Su novia por más de 14 años fue Isabel Martínez Del Valle
y tuvo muchos amoríos.
Y esta: ¿Cuál era
la estatura de Carlitos? 5 pies y 7 pulgadas.
Otra más: ¿Tuvo
hijos Gardel? No. Y otra más: ¿Quién heredó a Gardel? En su testamento
ológrafo, es decir, redactado por el mismo, de su puño y letra, el 7 de
noviembre de 1933 en Buenos Aires, nombró su heredera universal a su madre Doña
Berta, quien murió el 7 de julio de 1943, dejando sus bienes a Armando Defino.
Al fallecer Defino el 26 de junio de 1962, dejando como herederos a su esposa y
sus hijas. Estas y sus nietos son quienes disfrutan de los bienes de Gardel,
principalmente los derechos por sus composiciones y sus grabaciones.
¿Era jugador
Gardel? Aportaba sin comedimiento a los caballos, hasta por telegrama o
cablegrama, principalmente a su caballo Lunática. ¿Fumaba Carlos Gardel? Si, preferiblemente cigarros
o habanos. ¿Bebía? Si, principalmente champán o vino.
¿Cuáles eran los alias más famosos de Gardel? Muchos: Carlitos, Don Carlo,
El Morocho, El Morocho de Abasto, El Mudo, El Zorzal Criollo, El Mago, El
Bronce que Sonríe, El Rey del Tango, El Hombre, El que cada día canta mejor, La
Voz del Arrabal, El Gran Carlos, El Cantor de Buenos Aires, El Francesito.
Desde el 24 de
junio de 1935 el cantante que tenía una lagrima en la garganta nació, murió
y resucita cada año para esa fecha, porque
a Dios lo que es de Dios, al Cesar lo que es de Cesar
y a Gardel lo que
es de Gardel.
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