
Es inminente que se revelen los rostros detrás de cada “codinome”, no solo para hacer justicia sino para que no tengamos que lamentarnos mañana de que, por falta de diligencia y voluntad del responsable de la acción pública, escojamos un lobo, disfrazado de mansa oveja. Por eso debemos exigir con firmeza que se desenmascaren todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario