Los fenómenos naturales han golpeado béisbol de Grandes Ligas

En un mundo en pánico por el coronavirus nos obliga a pensar en lo peor, sin embargo, las Grandes Ligas ha tomado restricciones que incluyen a los medios de prensa en la pretemporada y los jugadores estarán disponibles en conferencia de prensa fuera de la sede del club, aunque durante las entrevistas se les pedirá que cumplan con la sugerencia de que se mantengan a una distancia de la 6 pies de los reporteros.

En Grandes Ligas han pasado por crisis, fenómenos naturales y sucesos de todos los colores y la temporada ha concluido.

El 11 de marzo de 1933 durante un juego de exhibición en Los Ángeles, California, un terremoto, 6.2 escala Richter envió a los jugadores de los Cachorros de Chicago y los Gigantes de Nueva York a la segunda base hasta que cesaran los temblores. El pánico se adueñó de la situación.

El 17 de octubre de 1989, más de 60,000 espectadores reunidos en el Candlestick Park de San Francisco fueron testigos de un evento sin precedentes. El terremoto de Loma Prieta, uno de los más fuertes registrados en la historia del área de la Bahía de San Francisco, con una magnitud de 6.9 en la escala de Richter, causó pavor.

Los Gigantes de San Francisco, campeones de la Liga Nacional, y los Atléticos de Oakland, monarcas de la Americana, se preparaban para el inicio del juego 3 de la Serie Mundial pero la Madre Naturaleza tenía otros planes.

La Serie, que ganaba Oakland dos juegos a cero, se vió interrumpida por los siguientes 10 días.

El 31 de marzo de 1948 Dodgers de Brooklyn jugaron su primer partido de exhibición en el estadio “Dodgertown” en Vero Beach, que fue su casa durante 61 años. En medio de gran fanfarria, incluida la presencia del gobernador Millard Caldwell, quien tiró el primer lanzamiento ceremonial, Jackie Robinson bateó jonrón en la primera entrada para la victoria de 5 por 4 sobre los Reales de Montreal, equipo sucursal de las Ligas Menores.

Roberto Clemente, el Cometa de Carolina, el 7 de abrIl de 1962, cerró los entrenamientos de primavera con broche de oro como uno de los mejores bateadores. En 1961 fue campeón de bateo de la Liga Nacional y en la pretemporada de 1962, conectó seis jonrones, con 15 carreras impulsadas y promedio de .343.