Peralta pelearía el Cy Young... si no estuviera deGrom

Si en la Liga Nacional no lanzara un fenómeno de época que obliga a la comparación con inmortales como es el caso de Jacob deGrom (Mets) entonces habría un dominicano en la discusión seria para el premio Cy Young cuando la temporada casi llega a su ecuador.

Se llama Freddy Peralta, tiene 25 años y hace quedar más que bien a la oficina de los Cerveceros cuando hace 16 meses las métricas sugirieron que era razonable darle una extensión que le garantiza US$15.5 millones entre 2020 y 2024 a un pitcher que solo había tirado 163 entradas con una efectividad de 4.79.

El derecho es parte importante de ese cuerpo monticular junto a Brandon Woodruff (6-3, 1.89) que tiene a los Brewers punteros en la central. El quisqueyano tiene marca de 7-2, su efectividad de 2.11 es la quinta mejor de su liga y toda la MLB y su 0.86 de WHIP es sexto en el Viejo Circuito.

El mocano ha trabajado 81 episodios de solo 37 hits, 33 boletos, 19 carreras limpias y 114 ponches en un tramo donde ha limitado a la oposición a batear .134.

Su ratio de ponches es de 12.6 por cada nueve entradas (solo superado por los 14.63 de deGrom) y solo otorga 3.6 bases en ese espacio en el montículo. Ocho de sus 14 aperturas han sido de calidad.

Otra estadística de última generación que deja bien parado al de los Toros es el FIP, siglas de defensa independiente del pitcheo, una que mide la capacidad de un lanzador para prevenir carreras sin la ayuda del guante de sus compañeros en el campo; solo incluye ponches, boletos, golpeos y jonrones permitidos.

FanGraphs fija en 4.20 la media de la liga, sobre 3.50 es bien y sobre 3.20 excelente. Peralta consigue 2.80 y es quinto en su liga que también lidera deGrom con 0.87. Firmado en 2013 por US$137 mil con 17 años de inmediato lanzó en la Liga de Verano. En 2014 aterrizó en Estados Unidos y en 2018 debutó en la MLB.

Su estreno ligamayorista llegó en 2018 con 78,1 entradas y un 6-4 con 4.25 que dejó grata impresión, sobre todo porque trasladó al Big Show su gran capacidad ponchadora.

En 2019 volvió a trabajar mayormente al bullpen y en 85 entradas hizo out por la vía del ponche a 115 hombres en un desempeño que hizo a los Cerveceros obviar el 5.29 de promedio de carreras limpias para comprarle dos años de salario mínimo y tres de arbitraje. Un gran negocio para el club.