El impacto de la distancia social en los jóvenes: "Han salido amigos de mi vida y con la Covid cuesta acercarte a la gente" #favoryto - Favoryto

Recientes

Favoryto

Tus noticias y eventos favorytos.

jueves, 14 de octubre de 2021

El impacto de la distancia social en los jóvenes: "Han salido amigos de mi vida y con la Covid cuesta acercarte a la gente" #favoryto

César Torre está a las puertas del que hasta el momento será el examen más importante de su vida y, a los nervios que eso ya de por sí genera, suma el agobio que le producen las circunstancias en las que se va a producir. Los profesores les han comunicado que el año que viene la Selectividad se realizará ya sin las excepcionalidades que se aplicaron tras estallar la pandemia y él lo considera muy injusto. "El concepto que mejor define lo que siento es miedo, miedo porque se trata de mi futuro", afirma.

La crisis provocada por el coronavirus está generando situaciones con fuertes impactos en la salud mental de la población, en todos los colectivos y en todas las edades. Adolescentes e incluso niños no son ajenos a ello y los psicólogos refieren un importante aumento en el número de menores y jóvenes que están atendiendo.

En ese contexto, la Comunidad de Madrid acaba de poner en marcha un proyecto pionero en España: una Unidad de Hospitalización Psiquiátrica a Domicilio para niños y adolescentes. Se trata de un programa del Hospital Infantil Niño Jesús que ofrece cuidados psiquiátricos, psicológicos y de enfermería de rango hospitalario en casa, con la participación activa de la familia, en casos que no requieren ingreso en el centro pero que sí precisan tratamiento y asistencia muy intensiva y compleja.

César no ha recurrido a ayuda profesional para hacer frente a su estado emocional pero asegura estar "más estresado que nunca" en un curso que no ha hecho más que empezar: "Estoy estudiando mucho, más de lo que lo he hecho nunca, pero no llego. Y les pasa a todos mis compañeros. Mentalmente es muy complicado".

Este estudiante de 2º de Bachillerato alega que en los dos últimos cursos han dejado de dar mucha materia que ahora resulta esencial y teme que no va a dar tiempo a asimilarla a lo largo del presente año académico. En 2020 y 2021, el modelo de la ahora conocida como EBAU se flexibilizó y los alumnos pudieron optar por ejemplo entre hacer el bloque A o B de forma íntegra o mezclar preguntas de ambos.

"Ahora va a ser un examen normal, como se ha hecho toda la vida, con todo lo que estamos viviendo todavía. Esto no ha acabado. Hay muchas cosas que debería saber y no sé", lamenta César, muy preocupado ante la posibilidad de no poder finalmente cursar Enfermería. "La Selectividad no es un simple examen. Nos estamos jugando una carrera. Tengo miedo de ni siquiera poder acabar el curso. Eso para mí no sería fácil y tampoco para la familia", manifiesta.

A este joven le inquieta tener que llegar a decirle a sus padres que no puede seguir adelante aunque sabe que le apoyarán y "buscarán ayuda de todo tipo". Ya el año pasado familiares y amigos estuvieron a su lado cuando en el segundo trimestre se vio saturado y se le pasó por la cabeza abandonar y pasarse a un módulo.

Entre esas amistades que cita se han producido algunas bajas desde que comenzó la pandemia y esa es otra de las circunstancias que le apenan. "Tenía amigos a los que veía todos los días pero desde que empezó todo esto no quieren salir por temor a contagiarse, no quieren que nos juntemos porque no saben con quién he podido estar. He visto cómo salían de mi vida de forma gradual, dejas de hablar, de verlos, ya no coincides en clase…", cuenta con pena. Admite que incluso a él, que es una persona extrovertida, le ha costado conocer gente en su nuevo instituto: "Con el coronavirus cuesta más irte acercando, hablar y coger confianza".

Gaia Florence coincide en este punto. "Hemos perdido amistades. Creo que ha sido algo bastante generalizado para la población adolescente. Y ha sido una pena. A mí durante el confinamiento me afectó perder la conexión con gente de confianza", relata esta estudiante de 3º de la ESO, que confía en recuperar esos contactos cuando la plena normalidad sea un hecho.

Esta joven asegura ser una persona positiva y ahora se define como "feliz" y "agradecida a la vida" pero reconoce que el encierro domiciliario hizo mella en ese optimismo. "Me chocó mucho estar sola tanto tiempo. Aunque estaba con mi familia, la falta de conexión con mis amigos y mis compañeros me afectó. Me sentía muy sola en ocasiones y para desahogarme empecé a escribir un diario. Me ayudó poner en papel mis inquietudes, mis miedos, mis ansiedades…", recuerda. En esas páginas reflejó sus temores más personales pero también la preocupación por su abuela, que por aquel entonces se había roto la pierna y vivía sola.

Aquellos meses de confinamiento terminaron pero la semipresencialidad que empezó en septiembre tampoco fue sencilla. "Se perdió mucho conocimiento. Siento que los días que estaba en casa no aprendía lo mismo que en clase", apunta Gaia, quien llegó a sufrir momentos de ansiedad: "Era un cúmulo de cosas. Llevaba muy bien el instituto pero había una carga que no sé bien explicar; era algo del entorno, de la situación en la que estábamos, que aunque lo tuviera todo estudiado, siempre me sentía muy nerviosa".

"Hemos visto mucha demanda de adolescentes con ansiedad, ataques de pánico, que les da miedo salir a la calle o estar en grupos grandes. Para ellos la red social es muy necesaria y todo eso repercute en su salud mental", explica Ainhoa Uribe, en contraposición a la imagen de botellones multitudinarios que se vienen registrando los fines de semana. Esta psicóloga especializada en niños y adolescentes también está tratando miedos entre pequeños de 8 a 10 años: "Miedo a la enfermedad, a salir a la calle, al toque de queda... Tenemos el caso de un pequeño que si estaba en la calle cuando empezaba a oscurecer entraba en pánico. O el de otros que han sufrido ataques de ansiedad cuando un extraño, como puede ser un fontanero, ha tenido que entrar en casa".

Igual que César, Gaia no ha necesitado recurrir a terapia para afrontar sus inquietudes. Los dos destacan lo esencial que ha sido para ellos el apoyo que han encontrado en su entorno. "Yo siempre he confiado mucho en mi madre, me ha ayudado en todo. Hay padres que no saben cómo actuar ni qué decir y no ha sido el caso", indica ella. Ambos hacen un llamamiento a los chicos de su edad a lanzar un SOS siempre que lo necesiten, entre sus seres queridos o entre profesionales si hace falta. "Hay mucha gente a la que le da vergüenza pedir ayuda y todos lo hemos pasado mal", comenta él: "Esto es duro pero pasará tarde o temprano. No estamos solos".



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Share A Sale Lenovo

Lenovo -LEGION- Savior Y480 [$47.73] - FRESH IN