Cardiopatías en perros de edad avanzada, qué hacer para prevenirlas #favoryto

Uno de cada tres hogares españoles tiene un perro en casa, un porcentaje que ha crecido durante la pandemia. Gran parte de esos perros, gracias a los cuidados de sus dueños y los avances veterinarios, se convertirán en perros de avanzada edad. Esto es, sin duda, una buena noticia, pero también debe mantener en alerta a sus dueños, pues los perros de avanzada edad requieren de unos cuidados especiales por tener más riesgo de padecer determinadas patologías. Por ejemplo, los canes adultos, según van cumpliendo años, tienen más probabilidades de padecer patologías cardiacas, especialmente si pertenecen a determinadas razas.

De hecho, hasta el 60% de los perros ancianos padece alguna enfermedad en el corazón. Por eso es tan importante llevarlos al veterinario regularmente para que compruebe el estado de su corazón, como nos recuerda la campaña La vida en un soplo, que ha puesto en marcha el laboratorio Boehringer Ingelheim. Y es que, detectar una cardiopatía antes de que presente síntomas es vital para alargar la vida de los perros.

Las cardiopatías más frecuentes

Un 10% de los perros adultos padece alguna cardiopatía y, con toda probabilidad será la Enfermedad de la Válvula Mitral (EVM) o la Cardiomiopatía Dilatada (CMD), que representan un 90% de las enfermedades cardiacas caninas.

Otros trastornos, como las enfermedades congénitas o neoplasias cardiacas son mucho menos habituales. De entre ellas, la más frecuente es la EVM, una patología en la que las válvulas del corazón que separan aurículas y ventrículos se engrosan y dificultan su buen funcionamiento. La EVM se da sobre todo en razas pequeñas (menos de 20 kg) y de más de cinco años de edad. De hecho, el 95% de los casos se da en razas pequeñas y en perros de entre cinco y ocho años.

La excepción son los perros Cavalier King Charles Spaniel, la raza con más predisposición y en la que se dan también casos en ejemplares más jóvenes. También es común en los Caniche, Yorkshire terrier, Teckel, Bichón, Shi-Tzu, Schnauzer mini, Pomerania, Jack Russell, Fox Terrier, aunque puede darse en todas las razas, incluidas las razas cruzadas.

La Cardiomiopatía Dilatada (CMD) -que aparece cuando la pared muscular del ventrículo se debilita- es la segunda más frecuente, y representa un 11% de todas las enfermedades cardiacas, especialmente en adultos de entre cuatro y diez años.

Al contrario de lo que ocurre con la EVM, se da en perros de razas más grandes y gigantes, de más de 20 kilos, por lo que es común diagnosticarla en Doberman, Boxer, Lobero irlandés, Gran Danés, Labrador, Golden Retriever, Pastor Alemán o San Bernando.

La importancia de un diagnóstico temprano

Cualquiera de las enfermedades cardiacas en perros debilita su salud y acorta su vida si no es detectada a tiempo, por eso es tan importante el diagnóstico precoz de estas patologías.

Como asegura la doctora Iolanda Navalon, Diplomada en cardiología veterinaria ECVIM y responsable del servicio de cardiología del hospital veterinario Anicura ARS, “podemos anticiparnos a la enfermedad y dar tratamientos preventivos que pueden hacer que la sintomatología clínica aparezca más tarde en el tiempo o incluso no aparezca.

Hay estudios clínicos basados en la evidencia que recomiendan empezar a tratar en fases asintomáticas, tanto de la EVM como de la CMD, proporcionando una mayor esperanza de vida”. Y es que, aunque es importante estar atentos a los primeros síntomas, es mejor detectar la enfermedad antes de que aparezca, pues en algunos casos, los síntomas aparecen demasiado tarde y anuncian que la cardiopatía está ya demasiado avanzada.

Hay casos, incluso en los que no dan síntomas y se detectan solo a través revisiones rutinarias. Por suerte, los métodos diagnósticos están muy avanzados, “uno de los más efectivos y rápidos es la auscultación cardiaca, con la detección de un soplo. Para valorar el grado de lesión y el estadio de la enfermedad, el gold estándar para el diagnóstico es la ecocardiografía”.

Si se detectan las cardiopatías de manera precoz y se empieza el tratamiento antes de que aparezcan síntomas, se mejora la calidad de vida de las mascotas y se alarga su vida considerablemente. Eso sí, tiene que habar una gran adherencia al tratamiento, pues se trata de tratamientos crónicos y de varias administraciones al día.

¿Se pueden prevenir?

Lo cierto es que es muy difícil prevenir estas patologías, más allá de detectar ciertas líneas genéticas en las que se presente más y evitar su herencia, porque, ante un perro que ya la tenga o la vaya a presentar por genética, no podemos evitar no aparezca. Por eso, la única manera de evitar complicaciones es el diagnóstico precoz, que sólo se consigue acudiendo al veterinario con frecuencia y regularidad, especialmente en perros grandes de más de cuatro años y perros pequeños de más de cinco.

También, en cuanto presenten el más mínimo síntomas de cardiopatía, que son la fatiga, la intolerancia al ejercicio, la tos o la disnea, habrá que acudir al veterinario.