El utensilio que debes meter en el microondas para evitar sufrir quemaduras #favoryto

Si eres una persona atenta a los detalles, es posible que te hayas dado cuenta de que muchos microondas llevan dibujada una indicación que a priori resulta algo extraña. Se trata de un dibujo de un vaso lleno tachado y, a continuación, otro lleno y con una cuchara.

Teniendo en cuenta lo que, en principio, todos 'sabemos' lo que ocurre si metemos objetos metálicos en el microondas, y que la mayoría de las cucharas que solemos tener en nuestras cocinas son metálicas, el consejo que nuestro electrodoméstico parece estar ofreciéndonos resulta un tanto desconcertante. Sin embargo, tiene más sentido del que podría parecer.

¿Por qué metería una cuchara en el microondas?

Efectivamente, el fabricante está queriendo decirnos que, si metemos un vaso lleno de líquido a calentar en el microondas, lo hagamos con una cuchara dentro del mismo. Y no pasa nada; puede ser metálica.

Esta extraña indicación es en realidad un consejo de seguridad que puede evitar un poco frecuente pero peligroso fenómeno llamado sobrecalentamiento, que consiste en que el líquido en el electrodoméstico se caliente por encima de su temperatura de evaporación pero sin romper a hervir.

Que esto suceda puede resultar peligroso, ya que al sacar del microondas el vaso o la taza, o al introducirle una cuchara, azúcar, una bolsa de té o cualquier otro elemento, puede romper a hervir súbitamente, proyectando vapor y líquido muy calientes que podrían provocarnos graves quemaduras.

La explicación de cómo es posible que un líquido se caliente por encima de la que teóricamente es su temperatura de ebullición sin romper a hervir está en que, para que comience la ebullición, es necesario que dentro del líquido existan núcleos de condensación: objetos (o pequeñas burbujas de aire) en torno a los que pueda agruparse el vapor que se va generando.

Precisamente por esto, la cuchara evita que se produzca sobrecalentamiento. La cuchara introduce pequeñas burbujas de aire en el líquido que actúan como núcleos de condensación.

¿Por qué no pasa nada si la cuchara es metálica?

Todo lo anterior no explica la excepción que la cuchara representa en este caso a la norma elemental de no introducir objetos metálicos en el microondas.

La cuestión está en que esa precaución, que nos parece ya básica, tiene en realidad ciertos matices. No es simplemente introducir metales en el microondas lo que produce los conocidos chispazos que pueden destrozar nuestro electrodoméstico: los metales en cuestión deben tener unas formas características.

Lo que sucede es que, por la forma de calentar que tienen los microondas (agitando los electrones de los alimentos, lo que eleva la temperatura), al introducir objetos metálicos dentro del microondas comienzan a moverse electrones por su superficie. Si el objeto tiene puntas, se concentran en estas, provocando intensos campos eléctricos que reaccionan entre sí produciendo los peligrosos chispazos.

Así, esto no sucede con las cucharas, que son redondeadas. Cualquier otro objeto metálico, incluyendo papel de aluminio (que, al estar algo arrugado, tiene picos y valles que actúan como puntas) puede generar este fenómeno, e incluso se recomienda que si la cuchara que metemos en el microondas es metálica, la separemos de las paredes del microondas (también metálicas) en al menos 2 centímetros, para evitar que las corrientes en las superficies reaccionen entre sí.