En que consiste la prostatitis, un trastorno especialmente frecuente en hombres jóvenes #favoryto

La próstata es una parte de la anatomía masculina en la que a veces no pensamos a la hora de cuidar nuestra salud, pero que es conveniente examinar periódicamente ya que es susceptible de sufrir problemas de salud potencialmente graves. Un síntoma claro de que algo no está bien, en este sentido, lo tenemos en la prostatitis.

¿Qué es la prostatitis y por qué se produce?

La prostatitis es la inflamación de la próstata, una glándula del tamaño de una nuez ubicada justo debajo de la vejiga en los hombres. Se trata del órgano encargado de producir el semen, un líquido que nutre y transporta los espermatozoides.

Puede afectar a hombres en cualquier edad, pero que es más frecuente antes de los 50 años. Sus causas pueden ser muy variadas, e incluyen infecciones bacterianas y lesiones nerviosas como consecuencia de cirugías o traumatismos. En función de su origen, puede aparecer de manera súbita o gradual, y durar un lapso corto de tiempo o volverse crónica.

¿Cuáles son sus síntomas?

La sintomatología básica de la prostatitis incluye signos como dolor, ardor o dificultad al orinar, micción frecuente, orina turbia, presencia de sangre en la orina, dolor abdominal, dolor en el perineo, dolor en el pene o los testículos, dolor al eyacular y un cuadro similar al de la gripe (en este último caso, solo cuando la causa es bacteriana).

Si no se trata adecuadamente, puede causar complicaciones como una infección bacteriana de la sangre (septicemia), epididimitis (inflamación de los tubos que se encuentran tras el testículo), abscesos, anomalías del semen y esterilidad.

¿Cómo se trata?

El enfoque a abordar va a depender de la causa de la prostatitis. Si el origen es bacteriano, la línea de tratamiento consiste en la administración de antibióticos y, si es preciso, el alivio sintomático con alfabloqueadores y antiinflamatorios. En los casos de lesiones, en ocasiones es posible lograr una mejoría mediante ciertas actuaciones quirúrgicas.

Además, hay algunos hábitos y remedios caseros que pueden también ayudar a reducir las molestias, tales como los baños de asiento calientes, limitar la ingesta de alcohol, cafeína y comidas picantes (que pueden irritar la vejiga) e hidratarse con frecuencia para estimular la micción.