El pequeño pueblo de Cooperstown, el pequeño pueblo del estado de Nueva York donde se presume que Abner Doubleday inventó el béisbol está preparado para ser estremecido este fin de semana.
La tarima que todos los años se coloca en el centro del amplio césped del Clark Sport Center y recibe a la legión de inmortales del Salón de la Fama ya fue montada y el domingo a la 1 p.m. recibirá toda la alegría de los dominicanos que pretenden celebrar en grande el reconocimiento al Big Papi, David Ortiz.
“Voy a hablar normal, la gente tiene una presión con eso como que voy a tirar un decreto. Voy a agradecer a Dios y a la gente que me ayudó y apoyó durante mi carrera”, dijo Ortiz a Diario Libre el viernes.
Ortiz fue el único jugador electo por la Asociación de Escritores de Béisbol de los Estados Unidos, superando el 75 por ciento de los votos necesarios para ser inmortalizado. Junto al dominicano ingresarán a Cooperstown, por el comité de veteranos, Tony Oliva, Minnie Miñoso y Jim Kaat.
El quisqueyano fue figura clave en tres campeonatos de los Medias Rojas de Boston, siendo protagonista en el histórico retorno de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, del 2004, contra los Yanquis de Nueva York.
Pero también vital en la Serie Mundial del 2007 y el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial del 2013.
Con 541 cuadrangulares en su carrera, también fue uno de los peloteros más populares de su generación y tiene palabras para sus fanáticos.
Ortiz se convertirá en el cuarto pelotero dominicano con una placa en el Salón de la Fama de Cooperstown, uniéndose a Juan Marichal (1983), Pedro Martínez (2015) y Vladimir Guerrero (2018).
“David tuvo una gran carrera y todos nos sentimos contentos de que éste sea su momento”, dijo recientemente Pedro Martínez, quien recomendó a los Medias Rojas firmar a Ortiz, luego que los Mellizos de Minnesota lo despidieran tras terminar la temporada del 2002.
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