El deporte africano selló un 2022 repleto de hitos relevantes que reflejan la evolución que está experimentando el continente en esta materia, rompiendo 'techos' nunca antes alcanzados en disciplinas de gran relevancia como el fútbol o el tenis de la mano de la selección marroquí o de la tunecina Ons Jabour.
Quizás el logro más mediático fue el conseguido de forma reciente por Marruecos en el Mundial de fútbol de Catar. La cita se inició con una 'maldición', la que decía que nunca antes una selección africana había superado los cuartos de final del torneo.
Los marroquíes se atrevieron a soñar e hicieron caer esa barrera. Fue además a lo grande, pasando como primeros en un grupo donde coincidieron con otra semifinalista como Croacia y con el potente combinado belga además de Canadá. Ya en octavos apearon en la tanda de penaltis a España y en cuartos se deshicieron de una Portugal que se encontraba entre las favoritas.
Solo Francia, con Kylian Mbappé como principal referente, fue capaz de acabar con su sueño. Ya en la lucha por el tercer y cuarto puesto Croacia ajustó cuentas con ellos y se "vengó" del empate en la fase de grupos con un triunfo por 2-1 que les aupó al último escalón del podio.
En tenis el nombre propio fue el de la tunecina Ons Jabeur, actual número 2 del mundo, quien se convirtió en Wimbledon en la primera africana en disputar una final de Grand Slam, perdiendo ante la kazaja Yelena Rybákina por 3-6, 6-2 y 6-2. No fue sin embargo el único partido con el título de un 'grande' en juego para ella ya que, apenas dos meses después, pelearía por el US Open contra la polaca Iga Swiatek. La victoria se le resistió de nuevo al caer por 6-2 y 7-6.
Más habitual es ver a los africanos consiguiendo plusmarcas mundiales en atletismo. En este sentido el keniano Eliud Kipchogue fue noticia al establecer el mejor registro histórico de maratón con un tiempo de 2:01:09. Lo hizo en Berlín, la misma ciudad donde él mismo había logrado el tiempo a batir en 2018 con 2:01:39.
No menos meritorio fue lo firmado por la nigeriana Tobi Abusan en los 100 metros vallas de los Mundiales de Eugene. En su caso también cayó el récord del mundo, al dejarlo en 12.12 durante las semifinales. Ese listón lo superó en una final donde logró la medalla de oro, pero el 12.06 fue obtenido con viento ilegal de 2,5 metros por segundo. En cualquier caso las bases para seguir dándole mordiscos al crono ya están puestas.
A la hora de contabilizar medallas, de ese evento África se marchó con nueve medallas de oro. En categoría masculina las lograron Emmanuel Korir (Kenia, 800 metros), Joshua Cheptegei (Uganda, 10.000 metros), Sufián El Bakkali (Marruecos, 3.000 obstáculos) y Tamirat Tola (Etiopía, maratón).
En femenina, además de la de Tobi Abusan, los éxitos fueron para Faith Kipyegon (Kenia, 1.500 metros), Gudaf Tsegay (Etiopía, 5.000 metros), Letesenbet Gidey (Etiopía, 10.000 metros) y Gotytom Gebreslase (Etiopía, maratón). Además se sumaron doce preseas plateadas y siete de bronce.
Las buenas noticias llegaron también en ciclismo, con el hito que supuso en mayo la victoria del eritreo Biniam Girmay en la décima etapa del Giro de Italia con final en Jesi. Por desgracia para él no pudo seguir en la carrera después de aquello al golpearle en el ojo el corcho de la botella con el que celebró el triunfo.
Además África demostró, una vez más, que está capacitada para acoger eventos deportivos de gran relevancia. En este caso lo hizo albergando en la ciudad argelina de Orán una nueva edición de los Juegos del Mediterráneo entre finales de junio y principios de julio. La participación del continente acompañó en lo deportivo con 42 oros, 53 platas y 70 bronces que se repartieron entre la anfitriona, Egipto, Túnez, Marruecos y Libia.
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