Dormir con el aire acondicionado encendido: ¿cuáles son las consecuencias? ¿Hay riesgo para la salud? #favoryto

Durante los últimos días se ha vivido en prácticamente todo el país una intensa ola de calor con temperaturas que han superado los 45 grados centígrados en algunos puntos de España. Esta situación climatológica histórica se ha producido por la entrada de una masa de aire muy cálido procedente del norte de África, que ha afectado a la Península y Baleares, principalmente.

Los expertos pronostican que a partir de este martes se producirá un descenso térmico generalizado e ira despidiéndose esta ola de calor. Sin embargo, las temperaturas continuarán siendo elevadas durante el periodo estival y el aire acondicionado es una de las herramientas para combatir los efectos del calor.

Muchas personas tienen serias dificultades para conciliar el sueño durante estas noches de verano a altas temperaturas pero, ¿es conveniente dormir con el aire encendido? Lo cierto es que si no se siguen una serie de recomendaciones básicas, sí puede presentar riesgos para la salud.

Según advierte la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) en un comunicado, el uso de este aparato puede incrementar las patologías de garganta durante los meses de verano. "Las variaciones bruscas de temperatura y humedad, por el contraste entre recintos cerrados con aire frío y las altas temperaturas de la calle, son las responsables de dichos problemas", subraya.

De esta manera, el aire frío y seco que expulsa un aire acondicionado genera "una serie de alteraciones en los sistemas de defensa naturales de la nariz y garganta". Los cilios pierden movilidad y la circulación de la mucosa es más lenta. Esto puede derivar en otros dos problemas de salud: sinusitis y otitis.

Asimismo, el ambiente seco generado por el uso de estos aparatos puede generar una "inflamación del tejido faríngeo y da lugar a la denominada faringitis", añaden los expertos. ¿Y cuáles son los signos de alerta? Sensación de quemazón, carraspeo o tos son algunos de los síntomas de estos problemas de garganta.

Otra de las consecuencias de un mal uso del aire acondicionado es la sequedad o irritación en los ojos. "El ambiente seco y las bajas temperaturas en un habitáculo climatizado pueden causar el síndrome del ojo seco, especialmente en los usuarios de lentes de contacto", explican en Sanitas.

El abuso del aire acondicionado y la exposición prolongada pueden derivar en patologías del sistema músculo esquelético, como "contracturas musculares, dolores cervicales, lumbalgias, tortícolis e incluso parálisis faciales". Otro riesgo para la salud es la aparición de dermatitis. "La sequedad ambiental se traslada a la piel y puede originar irritaciones dérmicas o exacerbar afecciones preexistentes".

Hacer un uso adecuado del aire acondicionado durante el verano es muy sencillo. Así, los expertos aconsejan evitar su uso continuado durante varias horas, así como los cambios bruscos de temperaturas.

"Será preciso llevar a cabo una adecuada y constante hidratación, para hacer frente a la sequedad del ambiente y, si es posible, usar humidificadores". Además, mantener una dieta equilibrada y adoptar medidas higiénicas como el lavado de manos es esencial.

¿Y cuál debe ser la temperatura idónea? La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) destaca que mantener una temperatura entre 24 y 26º C es suficiente para hacer frente a los efectos del calor. "Basta con seleccionar 5º C por debajo de la temperatura exterior para obtener una sensación de frescor".