Pasar tiempo en familia, ajustar rutinas... Cómo afrontar psicológicamente la segunda vuelta al cole en pandemia #favoryto

Un nuevo curso ha empezado. Este será el tercero que vivimos en pandemia y la segunda “vuelta al cole” con el coronavirus presente en nuestras vidas. En las aulas y en los centros continuarán las estrictas medidas de seguridad para prevenir posibles brotes de covid, sobre todo, de la contagiosa variante delta. Sin embargo, contamos con alguna ventaja: la experiencia del pasado curso y la alta tasa de vacunación de los docentes y el alumnado mayor de 12 años.

El día a día de las clases no se diferenciará demasiado de lo vivido durante el curso 2020-2021 con la salvedad de que la presencialidad vuelve a ser total y al aumento de las ratios. Aunque sigamos conviviendo con el Covid-19 y atentos a las medidas preventivas la incertidumbre ante posibles sucesos inesperados parece menor. Sin embargo, los primeros días en el aula representan todos los años un momento delicado para niños y para padres. Son numerosos los que sufren la denominada 'ansiedad de separación' o TAS, un hecho psicológico marcado por la ansiedad que genera el distanciamiento con el hogar y las personas con las que se tiene una fuerte relación de apego.

¿Cómo afrontar psicológicamente la segunda vuelta al cole en pandemia? Un equipo de psicólogos de familia de la plataforma online ifeel resumen en diez claves cómo deben afrontar los hijos la vuelta a las aulas y cómo los padres pueden ayudarles a conseguirlo.

Explicar la situación adecuándose a la edad del niño/a

Los padres no son los únicos que tienen dudas y a quienes esas dudas les pueden generar ansiedad. “Cuanto más claro tengan todos cómo será la nueva rutina en esta vuelta al cole y lo puedan entender más fácil será”. Los expertos aconsejan ayudarse de cuentos y metáforas para poner muchos ejemplos, vigilando el lenguaje, con los más pequeños. Sin embargo, los adolescentes y preadolescentes se pueden sentir infantilizados y no tenidos en cuenta si se usan este tipo de explicaciones.

Vivir el presente

“En un momento en el que las noticias cambian de un día para otro preocuparse por un futuro incierto y hacerse preguntas constantemente acerca de él solo fomentará la aparición de preocupaciones, ansiedad y otro tipo de problemas psicológicos”, señalan. Es importante centrarse en el presente y no anticipar ningún acontecimiento.

Preparar paulatinamente los cambios de horario

Los especialistas recomiendan adaptarse al cambio de horario con antelación dado que nuestro organismo necesita un tiempo entrar en la rutina. “Acostarse y levantarse tarde tienen poco a poco que dejar de ser rutina, incluso cuando los hijos sean mayores”.

Asignación de tareas

Para los psicólogos es recomendable responsabilizar a todos los miembros de la familia de la vuelta al cole: preparar la ropa, los libros, la mochila, tener organizados los deberes, la agenda... “Los padres no deben de ser quienes controlen todo este tipo de cuestiones ya que, según la edad, los niños progresivamente deben de ir ganando más responsabilidades e ir participando en las tomas de decisiones del curso escolar”.

Motivar, no transmitir ansiedad

Muchos padres se muestran muy preocupados ante la vuelta al cole, sin embargo, no se deben transmitir estas preocupaciones a los hijos. “Al hablar con ellos sobre el comienzo del curso debemos motivarlos y hablar en “clave positiva”. De lo contrario corremos el riesgo de que aparezca temor y una actitud negativa hacia el colegio”, explican.

Control del tiempo y del contenido que se consume a través de las pantallas. Con el final de las clases online es especialmente importante prevenir el tiempo que niños y adolescentes pasan frente a las pantallas. "Igual de rápido que la tecnología ha sido nuestra aliada, se puede volver en nuestra contra y desencadenar problemas de adicción, ansiedad o depresión, entre otras, si su uso es excesivo”.

Reservar un espacio para el ejercicio físico

Si se han cancelado o limitado las actividades extraescolares se recomienda no perder de vista la importancia de fomentar el ejercicio físico e incorporarlo a la rutina para un correcto desarrollo físico y mental.

Comentar las preocupaciones

Dentro de la rutina diaria, los psicólogos aconsejan encontrar momentos para hablar de cómo ha ido el día y las preocupaciones o inquietudes que puedan ir surgiendo. Además, en estos espacios lo mejor es que participe toda la familia.

Planificar la nueva rutina

En la medida de lo posible se debe tener todo organizado para no estar corriendo de un lado a otro. “Poder desayunar con calma e iniciar el día una actitud positiva facilitará reducir los nervios de los primeros días”, dicen.

Paciencia

Ante todos los posibles cambios o novedades que puedan surgir la paciencia será una de las mejores aliadas.

Por su parte, Susana Ortego, psicopedagoga especializada en 0-6 años y directora educativa en Brains Nursery Schools, aporta algunos consejos especialmente dirigidos a padres con niños en esta franja de edad.

Transmitir confianza

Transmitir al niño la seguridad y confianza de que ellos conocen la escuela y de que es un lugar seguro y positivo para ellos, además de animar y motivar para el comienzo de esta nueva etapa. “Durante el curso, premiar sus esfuerzos y sus logros y ayudarle a que aumente la confianza en sí mismo”.

Comunicación con el niño y con los profesores de la escuela

Es importante conocer cuál es el estado del niño y cómo va su progreso de adaptación, detectar inconvenientes o aspectos en los que el niño necesite ayuda o apoyo. “Es positivo que el niño vea que el padre acude de vez en cuando a la escuela, a recibir alguna charla, a alguna reunión o a ver una representación teatral, por ejemplo. Para que de esta manera relacione ambos ambientes y adquiera más confianza en la escuela”.

Si este tipo de situaciones no pueden llevarse a cabo por las medidas sanitarias, la experta considera importante que la escuela potencie la figura del tutor: “Es bueno hablar con el profesor del niño para contarle cómo es su hijo y siempre que surja algún problema con el niño derivado de la escuela o vea comportamientos raros en él en casa, comunicárselo a la escuela, y viceversa”.

Adaptación gradual a los nuevos horarios

Los ritmos de sueño y descanso de los más pequeños se ven igual o más alterados que los de los adultos cuando llevan varias semanas sin madrugar ni acostarse temprano. “Lo ideal es ir introduciendo ese cambio en su ritmo biológico poco a poco”.

La experta señala que si los horarios son fijos (incluidos los de los fines de semana), y la mecánica de actividades antes de acostarse y levantarse también (lavarse los dientes, ponerse el pijama, leer un cuento...) los niños sentirán una agradable sensación de seguridad.

Ir reduciendo el tiempo de ocio

No es conveniente acabar de golpe con los momentos de salir a jugar al parque y sustituirlos por tiempo de hacer tareas. Lo mejor es ir poco a poco reduciendo esas horas para adaptarlas a la nueva situación escolar.

Pasar tiempo en familia

La especialista recuerda la importancia del ocio. “A veces, debido al trabajo y al ritmo de vida, las familias pasan poco tiempo juntas. Para que esto no sea un inconveniente para los más pequeños de la casa, organiza excursiones en fin de semana, ayúdales con sus tareas o, mismamente, permíteles que colaboren preparando la cena contigo”.