Si sufres migraña, sigue estos consejos para disminuir el dolor #favoryto

La migraña es un tipo de cefalea muy específico y característico que afecta a entre un 11 y un 15% de la población en general. Como estas personas saben bien, puede ser especialmente intensa y molesta.

Por suerte, hay una serie de estrategias que nos pueden permitir minimizar ese dolor, haciendo algo más llevaderos los episodios en los que se presenta esta enfermedad. Estas son algunas de ellas:

El dolor de las migrañas suele ser fotosensible (más fuerte cuanta mayor intensidad lumínica) y sensible a otros estímulos (sonido, olfato...). Por ello, puede ayudar mucho retirarse a un lugar oscuro y silencioso e incluso tratar de dormir.

Es importante, en la medida de lo posible, tratar de reposar, ya que la actividad, también la intelectual, tiende a empeorar la migraña y a causar fatiga. Llevarse el trabajo al dormitorio no eliminará este factor estresante.

Puedes probar varias modalidades de terapia con temperatura, como darte baños calientes o tibios (que relajan los músculos) o colocarte en la frente compresas cálidas o frías (estas últimas tienen un efecto ligeramente adormecedor que puede aliviar el dolor).

Frecuentemente, las migrañas pueden venir desencadenadas por haber dormido mal. A la vez, los propios episodios pueden afectar a la calidad del sueño.

Seguir algunas rutinas saludables y cuidar la higiene del sueño puede ayudar a minimizar la frecuencia e intensidad de las migrañas. Para ello, puede ayudar establecer horas regulares de sueño, dedicar un tiempo a relajarse al final del día y evitar la cafeína en las horas antes de dormir.

Se sabe que tanto el ayuno, por una parte, como determinados alimentos, por otra, pueden actuar como desencadenantes de la migraña. Así, prestar atención a este aspecto puede ayudar.

Concretamente, son buenos hábitos comer a la misma hora todos los días, evitando saltarse comidas, y atender a ver si los episodios coinciden con haber ingerido algún alimento concreto (algunos desencadenantes comunes son el queso maduro, el chocolate, la cafeína y el alcohol).

La actividad física provoca que el cuerpo genere ciertas sustancias químicas que bloquean las señales del dolor, por lo que practicar deporte de manera regular puede ayudar con las migrañas. Además, también se sabe que el ejercicio tiene efectos positivos para aliviar ciertos trastornos psicológicos como la depresión o la ansiedad, que pueden también empeorar la condición.

El estrés es un desencadenante claro de las migrañas, por lo que tratar de mantenerlo bajo control mejora la situación de las personas con migraña.

Para lograrlo, puede ser de gran ayuda mantener una rutina de descanso, una cierta organización del tiempo, tratar de no realizar excesivas actividades, dedicar tiempo al ocio y dedicar tiempo a relajarnos con actividades tranquilas.

A pesar de todo, para muchas personas con migraña cierta frecuencia de episodios y cierto nivel de dolor durante los mismos es inevitable. Cuando esto sucede, el único tratamiento disponible es el uso de analgésicos.

En primer lugar puedes probar con algunos de venta libre (paracetamol, ibuprofeno, ácido acetilsalicílico (aspirina) o metamizol). Si estos no funcionan, es posible que sea necesaria la administración intravenosa, siempre en un entorno clínico y sujeto a prescripción de un facultativo.