¿Qué es el síndrome de Reye? Estos son sus síntomas, sus causas y su tratamiento #favoryto

La medicina está llena de fenómenos extraños cuyas causas no terminamos de entender completamente, algo que es aún más prevalente entre enfermedades de grupo reducido cuya investigación recibe menos recursos. Algo así sucede con el poco frecuente síndrome de Reye.

¿Qué es el síndrome de Reye? ¿Cuáles son sus causas?

El síndrome de Reye es una enfermedad poco frecuente que consiste en una fuerte inflamación en el hígado (hepatitis) y en el cerebro (encefalitis). Afecta principalmente a niños y adolescentes, aunque existen casos excepcionales en adultos. Requiere tratamiento de emergencia, ya que la atención temprana puede salvar la vida del paciente.

Las causas no son del todo conocidas, pero se ha relacionado de manera importante con el uso de ácido acetilsalicílico (aspirina) durante la recuperación de ciertas infecciones virales (más específicamente, la varicela y la gripe). Se cree que las personas que lo sufren en estas circunstancias podrían tener un trastorno oculto en la oxidación de ácidos grasos.

¿Cuáles son sus síntomas?

Los síntomas del síndrome de Reye son complejos y variados, fruto de su doble afectación hepática y neurológica.

Inicialmente, es común que los niños menores de dos años experimenten diarrea y respiración agitada; en los que son algo más mayores o en los adolescentes, los primeros signos pueden incluir vómitos persistentes y una somnolencia inusual.

A medida que el cuadro progresa, el paciente puede experimentar otros síntomas, mayoritariamente neurológicos en su naturaleza: comportamiento irracional o agresivo, confusión, desorientación, alucinaciones, debilidad o parálisis en las extremidades, convulsiones, letargo e incluso disminución de la consciencia. Si un niño comienza a mostrar estas señales, es muy importante que reciba atención médica urgente.

Igualmente, es conveniente acudir al médico si, tras la gripe o la varicela, observamos en un niño o adolescente un episodio de vómitos reiterados, un letargo inusual o cambios extraños y repentinos en el comportamiento.

¿Cómo se trata?

El síndrome de Reye requiere hospitalización y monitoreo de las constantes vitales. En ese entorno, hay algunas medidas que se pueden tomar para minimizar el riesgo hasta lograr la remisión del cuadro.

Por ejemplo, no es raro que se administren líquidos por vía intravenosa; los medicamentos diuréticos pueden ayudar a reducir la presión intracraneal; puede ser necesario administrar ciertos medicamentos para prevenir el sangrado por problemas hepáticos; finalmente, es posible que sea necesario tomar medidas para mantener la temperatura corporal en valores seguros, como usar mantas de enfriamiento.