El telescopio espacial James Webb llega a su órbita final #favoryto

La NASA y la ESA han confirmado que este lunes, a las 20:00 hora peninsular española, el telescopio espacial James Webb alcanzaba su destino tras viajar por las estrellas durante aproximadamente un mes.

El Webb encendió sus propulsores a bordo durante casi cinco minutos (297 segundos) “para completar la última corrección de rumbo” posterior al lanzamiento de su trayectoria e insertarse así en su órbita final alrededor del segundo punto de Lagrange Sol-Tierra, o L2, a casi 1,5 millones de kilómetros de distancia de nuestro planeta.

“La quema final a mitad de camino agregó solo alrededor de 1,6 metros por segundo, un simple paso de caminata, a la velocidad de Webb, que fue todo lo que se necesitó para enviarlo a su órbita de ‘halo’ preferida alrededor del punto L2”, explica la Agencia Espacial Europea (ESA).

La órbita en la que se ha instalado el James Webb, el observatorio espacial más potente que jamás ha creado la humanidad, le permitirá “una visión amplia del cosmos en cualquier momento, así como la oportunidad de que la óptica de su telescopio y los instrumentos científicos se enfríen lo suficiente como para funcionar y realizar una ciencia óptima”.

Allí, su parasol siempre puede bloquear la luz y el calor tanto del Sol como de la Tierra para que no lleguen ni al telescopio en sí ni a sus instrumentos. Hablamos de un elemento de tecnología espacial del más alto nivel: “Diseñado para proteger la óptica del telescopio de cualquier fuente de calor que pudiera interferir con su vista, el parasol es uno de los componentes más críticos y complejos de Webb. Debido a que Webb es un telescopio infrarrojo, sus espejos y sensores deben mantenerse a temperaturas extremadamente frías para detectar débiles señales de calor de objetos distantes en el universo”, señala la ESA.

En el espacio, un lado del parasol refleja la luz y el calor de fondo del Sol, la Tierra y la Luna. Ese lado de Webb alcanzará alrededor de 85 grados centígrados. Mientras tanto, el otro lado del parasol siempre mira hacia el espacio profundo y tendrá una temperatura de alrededor de -233 grados centígrados.

Ahorrando 'gasolina'

En su trayecto desde la Tierra hasta el punto L2, el telescopio ha utilizado “la menor cantidad de propulsor posible para las correcciones de rumbo” con el objetivo de alargar lo máximo posible sus operaciones ordinarias y, por tanto, su vida útil. En concreto, el Webb necesitará combustible para el mantenimiento de la propia estación -pequeños ajustes para mantenerlo en su órbita deseada- y para las “descargas de impulso” -para contrarrestar los efectos de la presión de la radiación solar sobre el enorme parasol-.

En su viaje hasta el L2, el Webb se ha desplegado “como un transformador en el espacio”. Una vez en su destino y durante los próximos meses, se encenderán los instrumentos y se probarán sus capacidades. Después de medio año en el espacio, el telescopio comenzará sus observaciones científicas de rutina.

“Ahora que los segmentos del espejo primario y el espejo secundario de Webb se han desplegado desde sus posiciones de lanzamiento, los ingenieros comenzarán el sofisticado proceso de tres meses para alinear la óptica del telescopio con una precisión casi nanométrica”, señala el comunicado.

Un esfuerzo internacional para conocer el universo más profundo

El James Webb es el telescopio más grande y poderoso jamás lanzado al espacio y está destinado a suceder al Hubble, si bien hablamos de un observatorio mucho más avanzado. Esta misión es el resultado de un acuerdo de colaboración internacional entre la NASA, la ESA y la Agencia Espacial Canadiense (CSA). Europa ha proporcionado el servicio de lanzamiento utilizando un cohete Ariane 5, el espectrógrafo NIRSpec y el 50% del instrumento de infrarrojo medio MIRI, en colaboración con la Universidad de Arizona.

Tras el éxito al posicionarse en su destino, el administrador de la NASA, Bill Nelson, celebró el logro: “¡Webb, bienvenido a casa! Felicitaciones al equipo por todo su arduo trabajo para garantizar la llegada segura de Webb a L2 hoy. Estamos un paso más cerca de descubrir los misterios del universo. ¡Y no puedo esperar para ver las primeras vistas nuevas del universo de Webb este verano!”.

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