Alcanzar el estado físico que deseamos, por norma general (y excluyendo cualquier condición médica que pueda interferir) depende tanto de cómo y cuánto nos ejercitemos como de la dieta que sigamos. Por ello, descompensar estos dos elementos va a dificultar la obtención de buenos resultados.
¿Cuál es la mejor opción para después del ejercicio?
Si estamos siguiendo una rutina de ejercicios pensada específicamente para aumentar nuestra masa muscular, estaremos realizando semanalmente varias sesiones de ejercicios de fortalecimiento, en los que el gasto calórico es alto. Por ello, es necesario reponer esta energía gastada, aportando al mismo tiempo nutrientes que ayuden al cuerpo en la recuperación muscular.
Así, por ejemplo, las proteínas resultan fundamentales para que el cuerpo pueda reparar las pequeñas lesiones que se producen en las fibras musculares de manera normal durante el ejercicio, lo que previene la pérdida de masa muscular magra y facilita la ganancia de masa muscular.
Igualmente, las personas que estén embarcadas en este tipo de rutinas deberían consumir una buena cantidad de carbohidratos, ya que permiten reponer el glucógeno muscular gastado durante el ejercicio.
Por el contrario, la grasa es un elemento que deberíamos evitar después de las sesiones de ejercicio intenso. Esto es porque, a pesar de que en ocasiones se dice que ralentiza la digestión y la absorción de otros nutrientes, no existe demasiada evidencia científica en este sentido,
¿Qué alimentos contienen estos elementos?
Tal y como recoge Medical News Today, estos nutrientes pueden obtenerse de distintos alimentos bastante comunes en nuestra dieta habitual.
Así, las elevadas cantidades de proteínas que son adecuadas para después del ejercicio físico pueden, por ejemplo, obtenerse de productos lácteos como el yogur, el queso y el kéfir, o bien de los huevos.
Los carbohidratos, por su parte, están presentes en frutas, cereales, patatas o quinoa.
Además, existen otros alimentos que pueden proporcionarnos elementos beneficiosos para otras áreas de la salud que se ven afectadas por el ejercicio (por ejemplo, los ácidos grasos omega-3 presentes en el pescado azul o los frutos secos tienen efectos positivos sobre la salud cardiovascular) o que pueden mejorar nuestra absorción de los nutrientes ya mencionados (como el té verde). Por último, cabe recordar que durante el ejercicio se produce un gran consumo de agua, por lo que también es importante beber en abundancia después de los entgrenamientos.
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