Madbird es una agencia de diseño que está dirigida por el influencer Ali Ayad, sin embargo, BBC acaba de publicar una investigación en la que demuestra que parte de la existencia empresarial era falsa, además, se empleaba con el objetivo de atraer al personal para trabajar durante meses sin ningún tipo de remuneración, con la esperanza de ganar dinero cuando consiguieran grandes proyectos.
BBC indica que los anuncios de Madbird se describían como una “agencia de diseño digital centrada en el ser humano en Londres, que funciona en todo el mundo”. Los empleados trabajaban en ventas, diseño, supervisión y recibían instrucciones para trabajar desde casa.
Los negocios de Madbird crecían progresivamente y contrataron a más diseñadores para cumplir con la acumulación de informes que negociaba el equipo de ventas, no obstante, los trabajadores no habían recibido sus nóminas debido a la forma inusual en la que se redactaron sus contratos.
A pesar de la empresa les había prometido de que ganarían un porcentaje de cada trato que negociaran, muchos trabajadores aceptaron los términos del contrato a causa de la pandemia. Los afectados no renunciaban al puesto de trabajo por si se cerraba alguna oferta, pero desafortunadamente, BBC señala que “nunca se cerraron acuerdos. A nadie del personal de Madbird se le había pagado un centavo”.
Parecía que los ingresos estaban llegando, hasta que Gemma Brett (una diseñadora de 27 años que llevaba trabajando dos semanas en la empresa) vio algo extraño. La joven buscó la dirección de la oficina y pudo comprobar que el bloque de pisos que había visto en Google Street View no era Madbird. Gemma se puso en contacto con un agente inmobiliario y confirmó su sospecha, nadie había visto a Ali Ayad porque se trataba de un edificio residencial.
Gemma Brett junto a Antonia Stuart (directora creativa de Madbird con sede en Dubai) descubrieron que Madbird había copiado el trabajo de otro lugar en Internet y ciertos compañeros no existían. Ambas mandaron un correo electrónico a la empresa, acusándoles de un comportamiento inmoral y poco ético.
BBC añade que usaron fotos y nombres robados, además, se pusieron en contacto con las 42 marcas que trabajaban supuestamente con Madbird y todos afirmaron que no tenían ningún tipo de relación con la empresa.
Ali Ayad asumió toda la responsabilidad, prometió eliminar el sitio web y pausar todo el trabajo. Finalmente, dicho director se retiró de todas las redes sociales y su única disculpa fue “he dedicado 16 horas todos los días durante meses e hice lo mejor que pude para que esto funcionara. Debería haberlo sabido mejor y por eso lo siento mucho”.
Tres empleados demandaron a Madbird a través de un tribunal laboral para recibir sus respectivos salarios por haber trabajado en la empresa. BBC explica que Ali Ayad apeló la decisión que el tribunal había decidido para pagar a los trabajadores.
Este mismo medio de comunicación rastreó a Ali Ayad por las calles de Londres hasta que finalmente lo acusaron de crear identidades falsas y robar el trabajo de otras personas. El director afirmaba que tenía una oficina virtual y Madbird era una empresa digital.
BBC hace hincapié en que “nunca sabremos con destreza por qué creó Madbird”, aunque hay dos teorías. La primera está relacionada con el intento de iniciar un negocio real, mientras que la segunda trataba de fingir que era el jefe de una empresa. De momento, dicho medio sigue investigando en la acusación.
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